domingo, 14 de febrero de 2010

ALTERNATIVAS (artículo)

ALTERNATIVAS
Desde mi modesto punto de vista, considero que vamos muy acelerados; es como si quisiéramos comemos el mundo cual bocadillo. El tiempo y su evolución se ha desencadenado a favor de este proceso que no se sabe a que nos conduce pero tiene trazas de ser el denonante perfecto para favorecer una mayor acuse de estrés del que nos ha venido asediando en los últimos tiempos. A mi me da un poquillo de miedo, no es esa la palabra precisamente exacta pero se asemeja al meollo del asunto. Estoy convencida de que no soy la única en pensar asi, solo que a veces te encuentras con personas que lo sienten pero que por un motivo u otro no quieren o no saben decirlo; si bien es cierto: en ocasiones, (no siempre) es mejor hacer la vista gorda y no pensar demasiado porque de lo contrario corres el riesgo de “comerte el coco” hasta extremos desorbitantes y tampoco estamos por la labor.
La vida es corta y hay que vivirla, aunque sea a este ritmo y bajo estas premisas que se pueden antojar: ingratas. Porque hay que reconocerlo: ¿a quién le gusta levantarse con el alba para tener que coger el coche, sin apenas desayunar o sin hacerlo siquiera, marchar a “doscientos” (es un decir), llegar al trabajo y ponerse a trabajar a destajo hasta altas horas de tarde con una hora solo para comer? Después resulta que no tiene tiempo para su familia ni para sus amigos, sus aficiones o lo que sea: sobre todo tiempo de descanso, que más adelante el cuerpo pasa factura, ¡y de qué manera! Pero lo que resulta dificil de reconocer es lo poco que valoramos ese tiempo escaso del que disponemos para hacer todo lo que cito, porque la prisa, el estrés, el correr más de lo debido para llegar a no se sabe donde, nos lleva a sacar las cosas de quicio y lo peor de todo; cuando nos damos cuenta de todo esto, ya es demasiado tarde para recordar.
En fin, el dia deberla tener cuarenta y ocho horas o más y no tener que dormir más de lo que dormimos porque si no, no valdrí la de nada el aumento de horas, estariamos en las mismas condiciones. Siempre esta el lema por delante: “primero la obligación y luego la devoción”, si no nos guiamos, inconscientemente por este precepto, hariamos al revés porque lo que está claro que al que le guste la playa, le encantaria ir más veces, y al que le encante viajar, surcaría más veces los aires para conocer otros pueblos, pero ahi viene el quid del asunto, que no se puede hacer ni la cuarta parte de las cosas que nos gustaria llevar a cabo. Y que, ni decir tiene el tiempo que dedicamos a la cultura, los deportes y las diversiones, no tiene nada que ver con el deseo de casi nadie, porque queda muy por debajo de la media. La familia y los amigos también suelen estar un tanto abandonados por estas circunstancias, porque aquello de : “me encantaria venir más por aquí o veros más veces pero no tengo tiempo” es el pan nuestro de cada dia, aunque suene a tópico, está más escuchado que el telediario y no siempre haga honor a la verdad concluyendo: Habria que poner el cerebro a funcionar o contratar los servicios de una cabeza pensante que nos diera alternativas para subsanar este problema porque es un asunto importante que pasa desaparcebido o tal vez se nos escape de las manos por considerarlo una materia demasiado ardua, costosa e imposible. ¿Hay soluciones? No lo sé, mejor dicho, hay muchas que aseguro tenerlas para mi y me digo a mi misma que ya encuentré la panacea del rendimiento horario como si de la alquimia se tratara pero al minuto me doy cuenta de lo ilusa que soy al pensar asi porque: nadie de goma ni de hierro, ni se pueden hacer milagros, y queriendo abarcar tanto no da para más, si no más bien para menos,
De modo que el conformarse en cuanto a la cuestión: Tiempo-rendimiento-resolución, no parece fácil porque no sabemos ni por donde empezar. Administrar el propio tiempo de la vida, munto a minuto, sacándole el máximo provecho es casi un a utopiá. Y además, no es provativo de todo el mundo porque hay mucha gente que no sabe ni que hacer con él porque necesita entretenerse con algo e ignora de qué modo, "matar el tiempo" con algo porque se le pasan las horas muertas aburriéndose. Y lo que es peor, sufriendo aún encima. El estrés en estos casos es solo una palabra, el significado intrínseco de la misma ni lo conocen, si no al contrario se estresan por no saber qué hacer.
Esta claro que la administración es difícil, desde administrar el dinero, la economía, los asuntos más importantes que se puedan dar y hasta el propio tiempo.
Pero eso sí, a los que no nos alcanza, tendríamos que disponer de un catálogo de alternativas.

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