COMO ROMPER
EL SILENCIO
(CORTO)
INTERIOR:
Una habitación decorada de un modo minimalista.
Una mujer de mediana edad, está planchando ropa en una mesa.
A su lado, en una mesita auxiliar hay una radio.
Se escucha música pop española de los años 70.
Deposita la plancha en el soporte.
Suspira.
Hace un recorrido con los ojos por toda la habitación.
Detiene la mirada en una fotografía que luce con su marco en la pared.
Es la fotografía de su boda.
Vuelve a suspirar.
Apaga la plancha antes de terminar su tarea.
Quedan prendas sobre la mesa pero se dispone a abandonar la
habitación.
La radio sigue encendida y la canción sigue sonando.
Sale de la habitación y entra en otra estancia de la casa.
Es una pequeña sala de estar.
En ella se encuentra un hombre también de mediana edad,
sentado, con la mirada perdida en una ventana abierta.
A su lado también hay un aparato de música, apagado. Es un
radio-casete antiguo. Hay una cinta
dentro de él.
La mujer se queda de pie mirando al hombre que no se ha movido.
Es como si no se hubiese enterado de que alguien entró en la salita.
MUJER
Llevas mucho tiempo
con esa actitud, Pedro. ¿Qué te pasa? Me
preocupas.
El hombre no le responde. La
mujer se acerca al aparato de música y pulsa la techa del casete.
Un tema de jazz comienza a
sonar.
MUJER
Creo que deberíamos hablar Pedro. Es hora
de que hablemos.
HOMBRE
(Con todo
irónico):
De verdad a
ti…¿te importa lo que me pueda pasar?
La mujer da media vuelta y sale desairada de la salita.
Regresa a la estancia donde antes planchaba y le da la
vuelta a la cinta que antes estaba escuchando.
Se sienta en una silla mientras que dos lágrimas resbalan
por sus mejillas.
La música que se escucha es un bolero.
Se seca de un manotazo las lágrimas y se pone en pie. Vuelve
a salir del cuarto.
Esta vez se dirige a otra habitación de la casa.
Llama a la puerta tímidamente, con los nudillos pero nadie
le responde al otro lado.
Pero abre de igual modo la puerta y entra en la estancia.
Es un dormitorio juvenil. Está visiblemente desordenado. Hay
cosas por le suelo, la cama deshecha. Y sentado de espaldas a la puerta, se
encuentra un joven con el pelo revuelto, sentado delante del ordenador.
No se gira para ver quien ha entrado.
La mujer avanza unos pasos y se queda parada mirándole.
El joven sigue a los suyo. Como dando a entender que no se
ha enterado.
La mujer da unos golpecitos en la puerta abierta por la
parte de dentro como queriendo llamar la atención.
El joven por fin se gira hacia ella pero no articula
palabra.
La mujer se cruza de brazos.
JOVEN
Mira,
ven, voy a enseñarte algo.
MUJER
¿De qué se trata hijo?
El joven se gira de nuevo hacia el ordenador y teclea algo
en él. Aparece un vídeo con un grupo
musical. Música rock. La mujer se le acerca y le pone una mano en el hombro.
JOVEN
Mira,
ese grupo me encanta. Yo quiero llegar a ser como ellos.
MUJER
Lo sé….pero tienes que estudiar. Tienes que centrarte en estudiar antes
que nada.
El joven hace un gesto de contrariedad y apaga el ordenador
a machete.
JOVEN
¡Siempre igual! ¡No entiendes nada! ¡No lo pillas! No eres
capaz de ponerte en mi lugar.
MUJER
(Con tono lastimero)
Pero…. ¿qué os pasa a los de esta casa? No se puede hablar con
vosotros.
JOVEN
¡Pues claro! Vas a tu bola y siempre quieres imponer tu
voluntad y no es así.
El caso es que papá hace lo mismo
que tú. Por eso no hay quien hable con vosotros.
MUJER
¿Ah sí? Pues no lo parece… él va de víctima, igual que tú.
El joven la mira con enojo, pasa por delante de ella y va
hacia la puerta. Desde donde hace un
último comentario.
JOVEN
Vale…. Pero no seré yo, el que se
quede aquí, discutiendo contigo. Con eso no se va a ninguna parte.
Sale danto un portazo.
La mujer deja caer los brazos a lo largo del cuerpo con
desaliento.
Luego sale tras él y cierra la puerta.
Es como si quisiera seguirle para intentar aclarar las cosas
pero se detiene.
En ese momento, se oye abrir la puerta de la calle y aparece
una joven, (su otra hija), una chica rubia y estilosa que se acerca a ella y le
da un beso en la mejilla.
Está seria y
melancólica.
MUJER
Alba cariño, ¿qué te ocurre?
(haciendo un
gesto de impaciencia entremezclado con el desaliento o la decepción).
Por favor, no
me digas que tú también estás disgustada. ¿Es que nadie va a ser feliz en esta
casa?
ALBA
(Sonriendo)
No te preocupes
tanto mamá…. Son cosas que pasan. Hay días buenos y días malos. Hoy no es mi
día.
MUJER
¿Qué te ha ocurrido? ¿Te van mal las cosas con tu chico?
ALBA
Bueno… hace
días que no sé nada de él, no me llama desde que discutimos el otro día y…..
las cosas en el trabajo no van bien, ya sabes con esto de la crisis….
En ese momento suena el timbre de la puerta.
Alba se dirige decidida a abrir.
El que está al otro lado es su pareja. Se miran a los ojos
en presencia de una madre que les contempla a pocos metros sin saber que hacer.
Por fin, decide alejarse y dejarles solos, sin mediar
palabra.
Los chicos se quedan de pie, mirándose, no dejan de mirarse,
es como si quisieran congelar ese momento.
Se funden en un abrazo y luego en un beso cargado de pasión.
Se separan y se cogen de las manos. Siguen mirándose.
Las palabras que no se dicen, parecen flotar en el éter.
Con voz entrecortada por la emoción, él es el primero en
hablar.
CHICO
Alba,
quiero llevarte a un sitio que te va a encantar, ¿vale?
Por favor no me digas que no.
Quiero que vengas. Es importante para mí.
ALBA
¿Por qué?
CHICO
Porque representa…… lo que
quiero que sepas.
Alba no responde. En lugar de hacerlo, da media vuelta y
entra en su habitación. El chico, queda esperándola en la puerta sin hacer
intención de adentrarse más en la casa.
En un minuto, Alba sale con tacones y un chal sobre sus
hombros.
La pareja sale de la casa cogidos de la mano.
Entran en un local de copas donde al fondo se distingue un
pequeño escenario improvisado.
El chico pide dos benjamines.
Alba le mira como interrogándole con los ojos.
El chico pone un dedo en sus labios y hace gesto señalando
el escenario.
De pronto, hace su aparición en él, un músico con su
guitarra, alguien que parece tener intención de deleitarles con su arte.
Se sienta en un taburete y hace una pequeña presentación.
MÚSICO-CANTANTE
Hola
buenas tardes-noches.
Me
llamo MIGUEL y hoy para mí es un día
especial… porque dada mi vocación por la música, que es algo que llevo muy
dentro de mí, creo que desde el día en que vine al mundo…. El que alguien me
haya elegido para que yo exprese con mi música, con mis canciones… algo que
quieren decirle a otra persona…. Es algo fantástico y que me llena de orgullo.
Convierte estas horas que le dedico a mi
pasión por la música, en momentos
inolvidables.
Así que, voy a dejarme de palabrerías y voy a dedicarle esta
canción a una chica llamada Alba, porque ese es el deseo de su novio que…..
(y sonríe con cierta
complicidad)
Pronto se convertirá en algo más.
Gracias por
estar aquí y os deseo mucha felicidad queridos amigos.
A Alba le saltan las lágrimas y el chico la abraza
tiernamente.
Se oyen aplausos hasta de la calle.
El cantante comienza a envolver la estancia con su dulce y
bonita canción. Una canción de amor.
Era la mejor manera de ROMPER EL SILENCIO.
FIN
¿Qué opináis amigos lectores?
Sobre algo tan extendido. ¿Cuáles son las consecuencias de la incomunicación? Yo creo que suficientes como para replantearse algo diferente para el futuro.